sábado, 24 de marzo de 2012

Carta a mi padre

Jugando con amigos imaginarios... Carnavales de 1994...

¡Hola! 

1993: Con mi fiel compañera....
Este es el incomodo momento en el que no sé si me corresponde llamarte papá, enviarte un abrazo o pedirte la bendición. Pero uno de los 10 mandamientos reza,  “Honrarás a tu padre y a tu madre”, así que simplemente te diré, bendición papá.
1993: Con quien fue mi padre, mi Opin.. Q.E.P.D. ♥
Quizás ya ni te acuerdes quien soy, hace 18 años que nací, llevo tu apellido y dicen que me parezco a ti, pero fíjate que nunca entendí porque no estabas a mi lado. Mi niñez siempre estuvo acompañada de una mujer grandiosa, luchadora, como miles de mujeres en el mundo. Esas féminas que trabajan como heroínas desde el amanecer hasta el ocaso para formar los pilares de un hogar, sin un verdadero hombre valiente a su lado.

1994: Cotidianidad...
Sin embargo, conmigo también estuvo un ser maravilloso, quien fue la figura masculina en mi hogar, mi abuelo, mi gran e inolvidable maestro, un hombre que salió adelante con sus hijas, que formó una familia con la frente en alto, que luchó para construir lo que hoy en día somos y a quien hoy le debo mis principios, mis valores y mi forma de ser, y a quien todos los días del mundo le pido la bendición y tengo la certeza que donde quiera que se encuentre él me la responde.


1995: El Hombre de la casa, con corbata, camisa y
bolígrafo en mano. Quizás después de esta foto
todos los amigos de mamá empezaron
a decir que yo me parecía a mi papá,
sin embargo, no sabía de quien
me hablaban.
Cuantas veces me acosté junto a mi madre a darle cariño, a decirle palabras bonitas al oído, a secarle lágrimas o a reír junto a ella, para llenar ese vacío que día a día invade su cuarto, si, una habitación solitaria, en donde quizás tú, hubieses podido estar. Pero en fin, Hoy no te escribo esta carta para contarte de mi vida, porque no sé si en realidad estas interesado en saberla, en esta oportunidad te escribo para darte las gracias, por hacerme un hombre maduro desde pequeño, por enseñarme a luchar junto a mi madre durante las adversidades, a dar la cara como un hombre por esta familia, a decir una palabra en las buenas y en las malas, o simplemente estar… y te preguntarás como  lo  lograste si   no  estuviste aquí, pues tu ausencia me lo enseñó.
2011: A esto se le llama FAMILIA.
Hoy además de agradecerte por todo esto, también aprovecho estas líneas para recordarte que no tengo rencor, que no hay nada que disculpar de mi parte, porque el perdón solo lo otorga Dios y yo solo soy un hijo de él.

Un padre, es un hombre que anhela que sus hijos sean lo que él hubiese querido ser, y yo te juro papá que no te defraudaré. Seré un excelente padre, un excelente amigo y sobre todo un grandioso esposo, todo lo que tú no quisiste ni pudiste ser.

Que Dios te Bendiga, papá.





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